miércoles, 24 de marzo de 2010

Ayudas para el estrés: meditación básica

Aquellos que dicen que el estrés es la enfermedad del siglo XXI, no se equivocan. Y es que nosotros, los habitantes de los paises "más afortunados" tenemos una tendencia natural a la preocupación. Si trabajamos tenemos estrés laboral, pero si no trabajamos tenemos estrés de desempleado. Si vamos de vacaciones nos dan estrés los hoteles, taxis, la ciudad e incluso las diversiones que con tanto afán salimos a buscar. Pero si no tenemos vacaciones también sentimos un creciente estrés por quedarnos siempre en el mismo lugar; el estrés de la rutina.

¿Existen soluciones para el estres? Si que las hay y la principal comienza con nosotros, con nuestra actitud interior. El estrés no sólo es una consecuencia, sino también es una desición. Decidimos estar estrezados y por lo tanto hay que comenzar a desidir lo contrario. Y para esto te doy un consejillo: por la mañana, antes de comenzar el día, sería bueno que nos relajáramos. Que le dijeramos a nuestra actitud que por hoy NO VOY A ESTRESARME. Que nos detuvieramos del automático devenir cotidiano e hiciéramos una ruptura, una pequeña brecha en el turbulento andar de nuestras horas.

Se me ocurre daros este pequeño pero muy significativo consejo para que comencemos a despojarnos del estrés. Al levantarte vas a ir, concientemente, a una silla. Te vas a sentar y vas a cerrar los ojos. Tu postura es muy importante: vas a colocar la espalda recta, las manos, derecha sobre izquierda, mirando hacia arriba, el rostro un poco inclinado hacia adelante, la lengua tocando la parte interior de los dientes y vas a respirar naturalmente. Luego y solamente durante 5 minutos, vas a concentrarte en tu respiración. En el cosquilleo del aire entrando por las fosas nasales, en la sensación de bienestar que da tomar oxígeno y en la acción de los diafragmas al soltar el aire. Ese va a ser tu objeto mental por esos cinco minutos. Ahora bien, seguramente que van a venir a la mente las preocupaciones, las obligaciones, los miedos, etc. Lo que tienes que hacer es no seguir esos pensamientos y regresar siempre a contemplar el proceso de la respiración.

El primer día será dificil y seguramente terminarás frustrad@. Pero con el tiempo este sencillo ejercicio se convertirá en una medicina que te servirá para enfrentar las dificultades cotidianas con una mente más apacible y controlada.

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